Recuperando la soberanía digital
Una hoja de ruta para construir un ecosistema digital para las personas y el planeta.
Hola, ¿cómo estás? 😊 Espero que hayas pasado bien las fiestas y deseo que tengas un gran comienzo de año, idealmente pudiendo descansar después de la intensidad de diciembre. En mi caso, noviembre y diciembre fueron meses muy vertiginosos y es por eso que recién te vuelvo a escribir ahora.
La idea era que este correo saliera en diciembre pero no llegué a escribirlo a tiempo, así que acá estamos.
Si sos de o vivís en Argentina, seguramente ya sabés que cada 20 de noviembre se celebra el Día de la Soberanía Nacional (que desde 2010 es feriado nacional) en conmemoración de la batalla de la Vuelta de Obligado contra Reino Unido y Francia, librada el 20 de noviembre de 1845.
En nuestro presente, en el que vivimos gran parte de nuestra vida en entornos digitales, la defensa de la soberanía también es en este territorio.
En agosto de 2024, en medio del conflicto entre X y Brasil, circuló una carta de apoyo a la “soberanía digital” Brasil firmada por, entre otros, Cecilia Rikap (University College London y CONICET) y Cédric Durand (University of Geneva) quienes luego formaron la Coalición por la Soberanía Digital Democrática y Ecológica junto a otros intelectuales y académicos.
Quienes firmamos esa carta luego recibimos la invitación para participar del grupo de trabajo sobre soberanía digital con el objetivo de elaborar un white paper con directrices sobre qué es y qué no es soberanía digital y elaborar una serie de propuestas.
Después de varios meses de trabajo con más de 100 colegas de diversas latitudes, el 3 de diciembre se publicó el documento “Recuperar la soberanía digital. Una hoja de ruta para construir un ecosistema digital para las personas y el planeta” (PDF), cuyos autores principales fueron Cecilia Rikap, Cédric Durand, Edemilson Paraná (LUT University), Paolo Gerbauto (Universidad Complutense de Madrid) y Paris Marx (Host of Tech Won't Save Us).
El white paper es un documento de propuestas políticas que presenta una agenda de reformas progresivas para fortalecer la soberanía digital para las personas y el planeta. “Las tecnologías digitales son fundamentales para el buen funcionamiento de las sociedades modernas, pero la forma en que actualmente se organiza su desarrollo y despliegue promueve la centralización económica y una dinámica de ‘el ganador se lo lleva todo’ (winner-takes-all) que va en contra del interés público. Dado el alto costo de desarrollar estas tecnologías, su relevancia y su huella ecológica, un plan para un modelo alternativo requiere que los Estados intervengan y diseñen instituciones públicas multilaterales con autonomía de gobiernos específicos que puedan proporcionar infraestructuras y servicios digitales esenciales como servicios públicos o bienes comunes construidos a través de la cooperación internacional”.
Estas son las cuatro líneas principales de acción que se proponen:
Ofrecer un ecosistema digital (digital stack) democrático y liderado por el sector público, que deberá incluir:
Infraestructura digital como servicio (para el entrenamiento, procesamiento y desarrollo de soluciones digitales) proporcionada por consorcios internacionales no lucrativos y democráticos;
Plataformas universales, tales como motores de búsqueda y modelos fundacionales de IA, que deben ser bienes comunes gobernados por nuevas instituciones públicas con representación estatal y de la sociedad civil; y
Un marketplace público donde las empresas puedan ofrecer sus servicios tecnológicos y digitales. Para garantizar la existencia de demanda, los estados deberán abastecerse de este mercado digital y finalizar los contratos que tengan con las grandes empresas tecnológicas.
Elaborar una agenda de investigación centrada en desarrollos digitales que no estén impulsados por modas o presiones asociadas al solucionismo tecnológico, sino que tengan el potencial de resolver problemas colectivos y mejorar las capacidades humanas. Esta agenda deberá considerar los impactos éticos, económicos, ecológicos y políticos del desarrollo y la adopción de la tecnología, incluidas las aplicaciones de la IA. También deberá inspirarse en el abordaje de los principales desafíos globales de forma holística, interdisciplinaria y sin ánimo de lucro. Para ello, redes públicas de conocimiento lideradas por una nueva agencia pública internacional de investigación (o agencias regionales) podrían contrarrestar la creciente concentración de la ciencia privada y cerrada.
Fundamentar la soberanía digital en un internacionalismo ecológico que rechace la idea de soberanía como un campo de batalla entre países, ya que esto ignora que los actores dominantes hoy no son solo estados poderosos, sino también corporaciones líderes. El anclaje de la soberanía digital en un internacionalismo ecológico podría promoverse con un Movimiento Digital de Países No Alineados, que reconozca que las agendas tecnológicas nacionalistas agravan el colapso ecológico y exacerban el subdesarrollo. El internacionalismo también es un antídoto contra la vigilancia y abusos de poder gubernamentales, y es esencial para minimizar los recursos necesarios para construir un ecosistema digital público democrático.
Establecer mecanismos estrictos en cada paso para desmantelar las formas existentes y potenciales de vigilancia estatal o apropiación indebida de soluciones colectivas por parte de cualquier gobierno. Los acuerdos multilaterales sobre principios y normas para internet son salvaguardas indispensables para construir instituciones y soluciones autónomas y gobernadas democráticamente.
Este enfoque busca construir un modelo alternativo que proteja la autonomía de las personas, reduzca el impacto ecológico y priorice el interés público frente a la dominación de las grandes corporaciones tecnológicas.
👉 Podés leer el documento completo en español, portugués e inglés.
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Perú: Google vs. libertad de expresión
En noviembre de 2023 escribí sobre un caso que nos llegó a OBSERVACOM a través de Zuliana Lainez, presidenta de la Asociación Nacional de Periodistas del Perú, que involucraba la eliminación de un informe periodístico del medio digital La Encerrona por parte de YouTube.
En octubre de ese año, la plataforma había eliminado un video del medio dirigido por Marco Sifuentes, ya que habrían recibido “reportes masivos” por incluir “información de identificación personal”, algo que violaría su política sobre “acoso y cyberbullying”.
Los periodistas apelaron la medida usando los mecanismos internos de YouTube, ya que era un informe de alto interés público sobre una congresista que estaba siendo investigada por enriquecimiento ilícito. Sin embargo, apenas 9 minutos después, YouTube respondió que rechazaba la apelación “luego de un detallado análisis del contenido”. Teniendo en cuenta que el video tenía una duración de, al menos, 20 minutos, era difícil creer que el “detallado análisis” hubiera sido realizado con supervisión humana.
El caso llegó a la justicia y a fines de 2024 un Tribunal de Perú falló contra la remoción de contenidos de Google: restringió la libertad de expresión del periodista Marco Sifuentes. La empresa no apeló el fallo, por lo que el Quinto Juzgado Constitucional de Perú dictó resolución dando por “consentida” la sentencia que encontró responsable a Google por violar la libertad de expresión.
Tal como señala el Estudio Arbizu & Gamarra, quien lideró este litigio que contó con el apoyo y acompañamiento de OBSERVACOM, se trata de “un fallo histórico en defensa de la libertad de expresión en Internet. La resolución no solo representa una victoria para Marco Sifuentes, sino que también refuerza el acceso a la información pública en un contexto digital, marcando un hito para la defensa de derechos en un ámbito cada vez más internacionalizado”.
Es de destacar que el fallo es también muy importante en términos de derechos humanos por una orden de “no repetición” que hace el tribunal. La sentencia culmina con un exhorto a Google a que “no vuelva a incurrir en la conducta que motivó el inicio del presente proceso”. Esto es, a ejecutar medidas que restrinjan a circulación en Internet de contenidos de interés público en el marco de sus políticas empresariales de “moderación de contenidos”.
🎬 Si te interesa saber más, acá podés ver el webinario que se hizo sobre el caso:
Usos del ChatGPT en la prensa escrita de la Argentina
Como había contado en el news de octubre, en los últimos meses, con Xavier Ibarreche y Sebastián De Toma, colegas de la cátedra de Políticas de la Convergencia de la UBA, estuvimos detrás de una pregunta: ¿Qué hacen las y los periodistas de la prensa escrita con el ChatGPT? Bajo la guía de Martín Becerra, volcamos las respuestas de trabajadores/as en una investigación, que pueden leer acá.
Algunos hallazgos:
ChatGPT es percibido como un aliado para la profesión: el 95% de encuestados dice que la herramienta le resulta útil.
Es muy utilizado para tareas creativas y que son el corazón de la actividad como generar ideas, escribir, editar y titular notas.
Su irrupción no es una preocupación a corto o mediano plazo: casi la mitad de los encuestados no considera que el oficio corra peligro por ChatGPT.
Se utiliza bastante y se comparten experiencias, pero no es habitual que surjan proyectos para promover su uso en redacciones.
En 2025 seguiremos con entrevistas en profundidad para indagar más sobre estos hallazgos e intentar conocer y comprender cómo usan esta herramienta en el periodismo.
❓Y vos, ¿qué herramientas de IA usás y para qué?
¡Gracias por leer Pensar las TIC! Si te gustó y te parece que tiene algún valor…
Te comparto algunas lecturas que te pueden interesar 📚
Latin America in a Glimpse 2024: Reflexiones para una IA comunitaria y feminista. ¿Es posible imaginar una inteligencia artificial que responda a las necesidades de América Latina, promoviendo la justicia social? En este estudio, exploran iniciativas transformadoras que desde los territorios, el género y la educación buscan responder a esta pregunta. Disponible en PDF acá.
Un Mastodon en la sala. Por Esteban Magnani. Mastodon emerge como una alternativa a las redes sociales mainstream, ofreciendo un enfoque descentralizado. Esta plataforma está ganando terreno, promoviendo comunidades más abiertas y controladas por sus usuarios. Podés leerlo acá.
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Gracias por estar ahí.
Carolina